Historia y comunicación.
El Sáhara fue la provincia 53 de España. La relación de las y los saharauis con España, la describen como de amor odio, dado el estado de abandono de sus gobernantes.
La opinión pública, cada vez conoce menos del Sáhara.
El lobby marroquí no ha conseguido entrar en la opinión pública española.
¿Que esperar de distintos gobiernos?
Nada, hasta ahora no han hecho nada con respecto al Sáhara, pero si la sociedad civil.
Se habló de la situación internacional, se destacó el papel de Francia con su derecho a veto, poco pueden hacer las Naciones Unidas cuando un país como Francia, con derecho a veto está del lado del opresor.
Se analizó el papel de Argelia. No siempre se entiende el apoyo de Argelia, muchas veces se piensa que es un conflicto entre Argelia y Marruecos; que a Argelia le interesa porque hay vuelos y por una serie de intereses económicos pero lo cierto es que Argelia tiene su frontera cerrada con un país vecino.
Ante la pregunta ¿qué soluciones hay?
Un problema muy importante es la invisibilidad del conflicto, el querer borrarlo de la memoria histórica de España, no se habla o se hace muy poco en los libros de historia, no se llega a hablar de ello en los institutos. ¿Por qué? La respuesta es: porque no es un conflicto sangriento, al parecer tiene que haber sangre, tiene que haber guerra, tiene que haber bombas y al no darse estas circunstancias no sale a la luz.
Un gran sector de la gente joven saharaui, sólo quieren la vía armada, y eso es muy triste.
En cuanto a los medios de comunicación, el Sáhara no interesa. Una de las compañeras del taller estudiante de periodismo dijo: «es que yo ni siquiera se cual es mi responsabilidad con respecto al Sáhara». Tal es el silencio que ni siquiera sabemos cuáles son nuestras responsabilidades y obligaciones que emanan de nuestra historia.
Dada esta invisibilidad, ¿cómo se han ido enterando del conflicto saharaui? A través de los proyectos, vacaciones en paz, Madrasa, actividades de sensibilización…
Esto ha propiciado que nos podamos reunir, que podamos debatir mucho más de lo que pueden hacer los políticos y los medios de comunicación.